¿Qué tengo que hacer para que mi web se pueda traducir al inglés?
¿Y si la quiero traducir al urdu?
¿Qué pasa si se me acaba el presupuesto para traducción?
¿A dónde llevarán los enlaces que no estén traducidos?
Estas y otras preguntas nos pueden surgir a la hora de plantearnos publicar una web en varios idiomas. Pero tienen respuesta.